Los Ángeles, California, se ha convertido en el epicentro de una serie de protestas y disturbios provocados por las redadas de inmigración llevadas a cabo por el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU.). Estas redadas, que han tenido como objetivo la detención y deportación de miles de migrantes, en su mayoría mexicanos, han desatado un fuerte rechazo en la comunidad mexicoamericana, la cual representa una de las concentraciones más grandes de mexicanos fuera de México.
La ciudad de Los Ángeles, que alberga la segunda población más grande de mexicanos en el mundo, después de la Ciudad de México, ha sido testigo de manifestaciones masivas. Los manifestantes se han alzado contra la campaña de odio promovida por el presidente Donald Trump, cuyo objetivo parece ser la erradicación de los inmigrantes en la ciudad. A raíz de estos operativos, se ha intensificado el debate sobre la reforma migratoria y la necesidad de una legislación que ponga fin a las persecuciones de aquellos que, a pesar de vivir en el país sin papeles, aspiran a lograr el sueño americano.
En este clima de tensión y polarización, un trágico y a la vez conmovedor incidente ha acaparado la atención de los medios y redes sociales: la historia de un migrante mexicano que, tras ser detenido por el ICE y en camino a su deportación, hizo una última solicitud a los oficiales: escuchar una canción de Chalino Sánchez.

El video del incidente, que rápidamente se viralizó, muestra al migrante sentado en el asiento trasero de una patrulla fronteriza. En un momento, con una actitud sorprendentemente relajada, pide educadamente a los oficiales: “Disculpe, oficial, ¿podría ponerme una de Chalino Sánchez? Por favor”. A pesar de la seriedad de la situación, uno de los oficiales accede a la petición y, con una respuesta afirmativa, comienza a reproducir la canción. El migrante, visiblemente emocionado y con una sonrisa en su rostro, expresa: “¡Ahí les voy México! ¡Ya voy para allá, ya me deportaron!”. Las imágenes del momento, que muestran a los oficiales riendo y compartiendo una breve complicidad con el detenido, han tocado los corazones de miles de personas en redes sociales.
Este gesto, aunque aparentemente trivial, ha servido como una poderosa expresión de resiliencia. El migrante, a pesar de estar en una situación de vulnerabilidad, encontró consuelo en su identidad y en la música que lo conecta con su tierra natal. La imagen de este hombre disfrutando de la música de Chalino Sánchez mientras es deportado ha sido interpretada por muchos como un acto de valentía y dignidad en medio de la adversidad.
Migrante mexicano pide escuchar a Chalino Sánchez antes de ser deportado en Los Ángeles
A medida que los disturbios continúan en Los Ángeles y en otras ciudades estadounidenses, el caso de este migrante se suma a la creciente lista de historias de resistencia y lucha por los derechos de los inmigrantes.
Con información de Infobae