El comunicador Sergio Sarmiento dedicó recientemente una de sus columnas a defender abiertamente al empresario Ricardo Salinas Pliego, cuestionando el incremento del adeudo fiscal de sus empresas y acusando al gobierno de transformar una deuda inicial en una suma astronómica por intereses y recargos. Sarmiento, quien reconoce ser colaborador de TV Azteca, parte de Grupo Salinas, adoptó un enfoque claramente favorable al magnate, a pesar de los múltiples señalamientos públicos y judiciales que enfrentan sus negocios.
La defensa de Sarmiento ocurre en un contexto en el que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha documentado un adeudo creciente por parte de las empresas del grupo, que ha pasado de 2 mil 500 millones de pesos en sus orígenes hasta alcanzar los 74 mil millones, según datos más recientes ofrecidos por la Procuraduría Fiscal.
Sin embargo, el periodista parece omitir o minimizar el fondo del problema: un largo historial de litigios fiscales, la negativa del empresario a llegar a acuerdos y el uso de estrategias dilatorias para evitar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.
Sarmiento pide que el SAT no cobre impuestos a empresarios
En su columna, Sarmiento parte de las declaraciones del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que el origen del conflicto se remonta a la época de Vicente Fox. Aunque AMLO admitió que hubo una oferta para reducir el monto de la deuda, dejarla en 14 mil millones de pesos mediante una quita de 8 mil millones, el empresario no aceptó el acuerdo. Esta negativa abrió la puerta a un incremento acelerado del monto debido, en función de los intereses y recargos acumulados.
Sarmiento insiste en que el problema radica en un sistema fiscal injusto que “persigue” a empresarios y que no reconoce pérdidas fiscales legítimas. Reproduce los argumentos de Salinas Pliego sin cuestionarlos: que el SAT actúa arbitrariamente, que la deuda es doblemente injusta y que el gobierno lo sanciona por ejercer su derecho a defenderse. El periodista pasa por alto que Salinas ha mantenido más de 30 juicios activos contra el fisco, y que ha utilizado su poder mediático para polarizar el discurso en redes sociales.
Incluso hechos como la expropiación del campo de golf de Salinas en Huatulco y su reclasificación como área natural protegida son retratados por Sarmiento como “represalias” del gobierno. Sin embargo, omite que esta acción se enmarca en una política pública de protección ambiental y no exclusivamente como una supuesta venganza política.
Deuda de Salinas Pliego ha aumentado por una serie de impagos
La columna de Sarmiento refleja un conflicto de intereses evidente, al defender a un empresario con quien mantiene vínculos laborales directos. En lugar de ofrecer un análisis crítico o equilibrado, se limita a reforzar la narrativa del “empresario perseguido” sin profundizar en los mecanismos legales, fiscales y judiciales que sustentan el caso.
Por lo que, la pregunta de fondo sigue vigente: ¿cómo se convierte una deuda de 2 mil 500 millones en una de 74 mil? Parte de la respuesta está en el poder acumulado de empresarios como Salinas, que durante décadas han litigado sin pagar, y en periodistas como Sarmiento, que desde sus espacios mediáticos se posicionan como defensores de intereses privados disfrazados de “injusticia fiscal”.
Para un debate público serio y honesto, es indispensable que voces con influencia mediática se sometan también al escrutinio ético que exigen a las instituciones. Defender a un empresario desde la nómina de su empresa no es periodismo: es propaganda.
Con información de Sin Línea