Luego de tres años sin tener noticias de su hijo, Gabriela Romo logró localizar a Félix Cotero gracias a un video difundido en redes sociales por el colectivo Patrulla Espiritual, especializado en asistir a personas con problemas de adicción en situación de calle.

El encuentro ocurrió cuando la agrupación grabó y compartió el momento en que abordaron a Cotero mientras caminaba por las calles de Tijuana.Gabriela reconoció a su hijo en el video y contactó al grupo a través de Facebook, donde escribió: “Quisiera obtener su número, por favor. Ese muchacho es mi hijo. De hecho, hay un acta en la fiscalía de persona desaparecida.”

Cotero había desaparecido el 15 de octubre de 2022 en la zona de Urbi Villas del Prado Segunda Sección. Desde entonces, su familia no había tenido contacto alguno. Al momento de ser abordado por miembros de la Patrulla Espiritual, mostró una actitud defensiva que fue cediendo hasta aceptar la ayuda. Posteriormente, fue aseado y se le realizó un corte de cabello, barba y bigote.

Según explicó el colectivo, una vez que logran identificar a una persona en situación vulnerable, la canalizan a una clínica de rehabilitación cristiana. Félix continuará en tratamiento y podrá reencontrarse físicamente con su madre en aproximadamente un mes.

¿Cómo opera la Patrulla Espiritual

La Patrulla Espiritual es una organización cristiana con sede en Tijuana, Baja California, conocida por realizar intervenciones en vía pública para “rescatar” a personas en situación de calle o con problemas de adicción. Así es como operan:

• Recorren las calles en una camioneta rotulada con frases bíblicas.
• Abordan a personas vulnerables y les ofrecen una “beca” para ingresar a la Clínica de Rehabilitación JIREH, un centro cristiano donde reciben comida, techo y predicación durante seis meses.
• Documentan los encuentros en video, mostrando desde el primer contacto hasta el proceso de rehabilitación.

 ¿Quién dirige la Patrulla Espiritual?

El grupo es liderado por Jesús Ignacio Osuna Torres, conocido como El Chikilín, originario de Culiacán. Él es la cara visible del proyecto y suele usar frases como “Tazo dorado” para referirse a personas valiosas que merecen ayuda.