El Partido Acción Nacional (PAN) ha desatado controversia tras anunciar una inversión de 1.8 millones de pesos en una campaña de llamadas masivas a través de la empresa Massive Caller. Esta decisión ha generado un amplio debate sobre las verdaderas intenciones del partido y su capacidad para conectar con los electores en lugar de recurrir a tácticas cuestionables.
Massive Caller, conocida por su servicio de encuestas y promociones a través de llamadas telefónicas, se ha convertido en el centro de atención. La elección de este método por parte del PAN para tratar de recuperar el terreno perdido en el ánimo popular refleja un giro preocupante en su estrategia política. En lugar de ofrecer soluciones a los problemas que afectan a la ciudadanía, el partido parece optar por una vía que muchos consideran invasiva y poco efectiva.
Analistas políticos han criticado esta táctica como una muestra de la desconexión del PAN con las preocupaciones reales de la población. En un contexto donde se requiere innovación y propuestas concretas, estas llamadas masivas son vistas como un intento desesperado de captar la atención del electorado, que busca respuestas claras y efectivas a sus demandas.
