Un aparatoso accidente ocurrido en el Paso Florentino volvió a prender las alertas en la alcaldía Álvaro Obregón, luego de que un camión repartidor de refrescos Jarritos perdiera el control y terminara incrustado en una vivienda. Aunque no se reportaron personas fallecidas, el hecho dejó una escena de gran preocupación: dos adultos mayores quedaron atrapados bajo la estructura de una ventana que colapsó tras el impacto.

El percance se registró poco después de una fuerte lluvia que dejó mojado y resbaladizo el asfalto en esta peligrosa vialidad, conocida desde hace tiempo por su pronunciada inclinación y por ser un punto crítico para vehículos de carga.

De acuerdo con los primeros reportes, el conductor del camión comenzó a derrapar mientras descendía por la pendiente. Pese a que el vehículo golpeó primero una de las barreras colocadas por la alcaldía para reducir riesgos, estas no fueron suficientes para detenerlo, lo que provocó que se estrellara directamente contra la fachada de una casa.

El impacto fue tan fuerte que una de las paredes principales cedió, causando daños significativos tanto a la estructura como al interior de la vivienda.

En el momento del choque, dentro de la casa se encontraban Roberto, de 85 años, y su hermana María Teresa, quienes estaban viendo la televisión cuando fueron sorprendidos por el estruendo y el colapso de la ventana.

Roberto relató al medio de comunicación, que apenas tuvieron tiempo de reaccionar antes de que el marco y los vidrios cayeran sobre ellos, dejándolos prácticamente inmovilizados hasta que vecinos y servicios de emergencia acudieron a ayudarlos. La rápida intervención de los habitantes de la zona permitió que ambos fueran rescatados con vida.

«Yo nada más me acosté boca abajo. Me llevó la ventana, pero la mayor parte la llevó mi hermana».

Luego del impacto, intentó levantarse sin éxito: quedó atrapado debajo del marco roto. Explicó que su hermana comenzó a gritar para pedir ayuda y fue su sobrino quien finalmente pudo levantarlo «casi en peso», debido a que no podía ponerse de pie por la impresión y su avanzada edad. Después, dijo que un fuerte temblor lo invadió y tardó en calmarse.

Por su parte, María Teresa, aún conmovida, fue más detallada en su relato: «Yo creo que me voló la ventana y me tiró y caí así para atrás».

Comentó que cuando reaccionó ya la ventana la tenía encima y trató de levantarse sin conseguirlo. Desesperada, llamó a su hermana gritando: «Hermana, hermana, Silvia, Silvia, Silvia».

Por fortuna, su sobrino llegó minutos después para rescatarla. «Ay, tía», le dijo al levantar la ventana que la aprisionaba y le aconsejó que no se moviera. Pero, ella no quería permanecer ahí debido a la tierra, los vidrios y los restos de muro que la rodeaban.

De acuerdo a su testimonio, Protección Civil inicialmente aseguró que no tenía lesiones graves, pero, María Teresa confirmó que sí requirió suturas y que presenta dolores que le impiden caminar con normalidad.

Señalaó también, que despertó con dolor en el cuello y una protuberancia en la parte posterior, además de un profundo estado nervioso: «empecé a tiembla y tiembla», dijo.

En la entrevista para N+, María Teresa recordó que llevan más de cinco décadas viviendo en esa casa y que los accidentes no son nuevos: «Más de 50 años tenemos viviendo aquí», dijo. Señaló que antes existían unos barrotes que reducían los impactos, pero «vino uno de la delegación y tiró todos los tubos que habían puesto y los barrotes». «He ido a la delegación y no me hace caso el delegado», afirmó.

Los dos hermanos, aseguran que los derrapes se volvieron más frecuentes. Años atrás, la pared ya había sido derribada por otro vehículo, aunque en aquella ocasión nadie estaba dentro.

Protección Civil y bomberos acudieron tras el choque para asegurar el área y revisar la estructura del inmueble. Aunque el choque no dejó heridos graves, el peritaje determinará si es seguro que los hermanos regresen a su hogar.