El hombre compró 19 cajas rellenas de caguamas, pero no era lo que pensaba.
El dueño de una tienda de abarrotes, localizada sobre la avenida Emiliano Zapata, en la colonia Barrio San Antonio, de la alcaldía Iztapalapa, fue estafado por un grupo de personas que arribó hasta su local para venderle cajas de caguamas rellenas de dudosa procedencia.
La víctima narró que le compró a los presuntos estafadores 19 cajas de caguamas, luego de que se las ofrecieran a un precio por debajo del que las vende la cervecería.
Los hechos ocurrieron poco después de las 18:00 horas, cuando el grupo de presuntos estafadores ubicó la tienda mientras recorrían las calles de la alcaldía Iztapalapa en una camioneta de color azul.
Las cámaras de vigilancia de afuera de la tienda captaron el momento exacto en el que los supuestos estafadores arribaron al local. En primera instancia, la camioneta se estacionó en doble fila, pero tras unos minutos de analizar la situación se orilló en la banqueta del local.
Tras estos hechos, uno de los presuntos infractores ingresó a la tienda y le ofreció las caguamas al dueño, quien salió a ver la mercancía.
En las imágenes incluso se puede observar como le abren una caguama al comprador y le sirven un trago para cerciorarse de que todo está en orden, por lo que el dueño de la tienda accede a comprar 19 cajas de cervezas.
Según informó la víctima, para el programa C4 en Alerta, la venta se cerró en 380 pesos mexicanos por caja, por lo que sí compró 19: en total gastó más de 7 mil pesos.
Tras cerrar la compra, tres presuntos estafadores comenzaron a descender la mercancía. Primero sobre la banqueta y posteriormente, las metieron al local, donde le cobraron al comerciante.
Al interior de la tienda se puede ver a los tres presuntos estafadores. El que viste de playera negra fue el que cerró el trato y cobró su regalía. El hombre incluso cuenta los billetes para cerciorarse de que no lo engañen.
Otro de los cómplices aparece con una playera sin mangas gris rondando la tienda junto con su cómplice de chamarra verde, quien también contó una tercera vez el dinero para asegurarse de que no los estafen, como si las víctimas fueran a ser ellos.