En redes sociales se difundió la noticia de una familia en el municipio de Cereté, departamento de Córdoba, en Colombia, que registraron a su hija recién nacida con un nombre muy peculiar, inspirado en una de las herramientas tecnológicas más populares del momento.
Chat Yipiti Bastidas Guerra, es el nombre que los padres eligieron para su hija, nombre que fonéticamente evoca a ChatGPT, la famosa herramienta de inteligencia artificial desarrollada por OpenAI, que ha transformado la vida cotidiana.
El registro de la bebé, ha sido aprobado por las autoridades, confirmando que es el primero de su tipo en Colombia, sin que se encontraran impedimentos legales que lo impidieran.
La noticia se ha hecho viral rápidamente en redes sociales, generando un sinfín de reacciones. Algunos usuarios elogiaron la creatividad de los padres, pero, la mayoría expresó preocupación por el futuro de la menor, argumentando que un nombre tan peculiar podría exponerla a burlas, discriminación o complicaciones en trámites administrativos y escolares.
«Pobre niña, ¿por qué no piensan en el bullying que sufrirá?», «La ignorancia no tiene límites» «¡Qué innovador! Bienvenidos a la era de la IA», «en México ya prohibieron esos nombres en el registro civil pero hay muchos vaciados», «ya estoy pensando que preguntarle a esa niña cuando crezca», escribieron algunos usuarios.
Cabe señalar que, desde el punto de vista legal, en Colombia los padres gozan de libertad para elegir nombres, pero la Registraduría Nacional del Estado Civil tiene la facultad de rechazar aquellos que atenten contra la dignidad del menor o lo expongan al ridículo.
En años anteriores, la Registraduría ha reportado nombres como Valloleidys, Iam Davi, Ali Yunior, Betsililiana y Burgundófora, que fusionan palabras o referencias culturales de manera creativa.
Reciente, hubo un caso similar al de Chat Yipiti fue el de Luis Bensonbun Berrido Martínez, registrado en Chigorodó, Antioquia, el 1 de junio de 2025, como un homenaje al cantante Benson Boone, pero con un error ortográfico que lo convirtió en «Bensonbun».
Pero, hay antecedentes que incluyen intentos rechazados como Judas, Belcebú, Nutella o Híbrido, que la Registraduría prohibió por su potencial para generar estigma. Otros ejemplos históricos de nombres vetados incluyen Miperro, Satanás y Warnerbro, considerados ofensivos o inadecuados.