Luego de hacerse viral el video en el que la famosa “kiss cam” captó a Andy Byron, CEO de la empresa tecnológica Astronomer junto a Kristin Cabot, disfrutando de un concierto de Coldplay, la reacción de Megan Kerrigan no tardó en hacerse notar.
Resulta que la esposa de Andy Byron eliminó el apellido de casada de todas sus redes sociales, donde solía compartir fotos familiares junto a su esposo y sus dos hijos, según reportes de Pop Base.
La reacción ha sido interpretada como una respuesta al escándalo que ocurrió durante un concierto reciente de Coldplay en el Gillette Stadium de Boston.
En ese evento, Andy Byron fue captado por la “kiss cam” mientras abrazaba a Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de Astronomer.
La pareja se volvió viral tras mostrar una reacción nerviosa en la que Byron optó por esconderse detrás de una barrera y Cabot cubrió su rostro, lo que generó risas entre el público ante el comentario del vocalista Chris Martin: “Oh, miren a estos dos… o están teniendo una aventura o son muy tímidos”, dijo.
La escena se viralizó en redes sociales, donde internautas identificaron a los involucrados y rápidamente trascendió que Byron está casado con Megan Kerrigan Byron, con quien tiene dos hijos, mientras que Cabot también tendría pareja, de acuerdo a la información en su perfil de LinkedIn.
Luego de la divulgación del video, muchas reacciones y mensajes de apoyo a Megan, le empezaron a llegar, pues además de eliminar el apellido de su perfil, también desactivó su cuenta de Instagram, lo que muchos interpretan como una estrategia para proteger su privacidad ante el creciente escrutinio público.
Al respecto, usuarios en X han especulado sobre un posible divorcio, aunque Megan no ha emitido declaración alguna.
Aunque Megan ha mantenido un perfil discreto, se sabe que reside en Nueva York con sus hijos y que trabaja como directora asociada en el programa Hope Graham de la Bancroft School, en Massachusetts, especializado en educación para estudiantes con dislexia.
Además, siempre se ha mantenido alejada de los reflectores mediáticos, a exepción de este incidente que la involucra.
Sin embargo, este escándalo ha generado un debate sobre la ética profesional de Andy Byron y Kristin Cabot, dados sus cargos directivos dentro de Astronomer, compañía valorada en más de mil 300 millones de dólares.