La popularidad de la presidenta Claudia Sheinbaum permanece en niveles muy altos después de 10 meses de gobierno en los que se viene navegando entre olas encrespadas, tanto en los asuntos exteriores como en política interna las últimas semanas. Una encuesta de Enkoll para EL PAÍS y W Radio, levantada entre el 19 y el 22 de este mes con entrevistas personales en viviendas, revela que la aceptación de la mandataria ha caído tres puntos desde el pasado mayo, pero todavía se sitúa en un muy elevado 80% de la ciudadanía que valora su trabajo.
Una percepción similar a la que tenía en enero. “La caída de tres puntos se debe al desgaste propio de una persona en el gobierno, pero todo indica que su aceptación se ha estabilizado y quizá sea difícil que vuelva a alcanzar el pico del 83%”, interpreta Heidi Osuna, directora de la encuestadora. “Los mexicanos parece estar descansando de la política ahora, después de las recientes elecciones, pero su saldo de opinión no varía”, afirma.
A principios de septiembre se presentará el informe de un año de presidencia, una cita que se rodea de campañas públicas para ensalzar los logros de la gobernanza y es probable que en esas fechas el público pueda interesarse de nuevo por la política y modificar su opinión, para bien o para mal, pero no será muy diferente de la actual. Las ayudas sociales y lo relacionado con los derechos de las mujeres son las políticas que se mantienen invariables en una alta consideración social, con un 86% y un 84%.
Los apoyos sociales son el pilar del mandato de Sheinbaum, como lo fueron de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, ya sean becas educativas, pensiones para los mayores u otras ayudas, como las que se han empezado a repartir a las mujeres próximas a la jubilación. Agrupadas todas ellas suman un 43% entre los logros que se adjudican a la presidenta mexicana. La inseguridad y la corrupción están en el debe del Gobierno, con un 19% y un 11% respectivamente, que las citan como los mayores errores.
Pero cuando la gente habla de inseguridad no se refieren tanto a los problemas del narcotráfico como a delitos con los que conviven en el día a día, como robos y asaltos, que se citan en un 38% de los casos. “Esto es recurrente, son los actos delictivos que más pesan. Para que mencionen primero el narcotráfico tendríamos que estar hablando de una situación como la de Sinaloa [en medio de una guerra de carteles que lleva centenares de muertos en unos meses]”, explica Osuna.
Las personas que solo tienen estudios de primaria son los que más valoran a la presidenta, con un 85%. A medida que aumentan los años de formación, esa cifra va cayendo, pero todavía entre quienes tienen título superior, un 69% aprueba su trabajo al frente del país. Y también se mantiene alta la consideración expresada por personas que se declaran afines a otros partidos, ya sean del PRI (60%), del PAN (57%) o de Movimiento Ciudadano (56%).