La estatua, de más de dos metros de altura y elaborada en bronce por el escultor Ricardo Ponzanelli, fue derribada el pasado viernes por un árbol que cayó aparentemente a causa de las lluvias. El monumento permanece en el sitio, cubierto con una bolsa negra, sobre la llamada Calzada de los Presidentes, dentro del recinto que antes fue la Residencia Oficial de Los Pinos.

Colocada el 1 de diciembre de 2012, justo al finalizar el sexenio de Calderón, la estatua costó más de 500 mil pesos, según reportes del desaparecido Estado Mayor Presidencial.

La Secretaría de Cultura confirmó el incidente y señaló que aún se evalúan los daños para determinar los trabajos de restauración que se llevarán a cabo.

Mientras tanto, la caída de la efigie ha reavivado el debate político en redes, donde usuarios aprovecharon el simbolismo del hecho para lanzar críticas y burlas contra el expresidente panista. La intervención de Alcázar añadió combustible a la conversación digital, con simpatizantes celebrando su mensaje y detractores cuestionando su postura.